¿Sabías que hay diferencias entre las rayas y las mantarrayas? Y lo más importante, ¿dónde puedes tener la oportunidad de verlas a ambas en Tenerife?
Exploramos las características únicas de estas criaturas marinas y te guiaremos a los mejores lugares para sumergirte y disfrutar de la experiencia de bucear con rayas y mantarrayas en Tenerife.
¿Dónde ver rayas y manta rayas en Tenerife?
Las rayas y manta rayas se mueven por la costa sur de Tenerife en muchos lugares, aunque estas son las inmersiones de buceo donde es más probable que las veas:
Buceo en la Cueva de los Camarones o Cueva de Juanito
Buceo en Puertito de Adeje (Armeñime)
Buceo en Bufadero (Palm-Mar)
Buceo en Montaña Amarilla
Buceo en Tabaiba
Buceo en Abades
¿Cuáles son las diferencias entre una raya y una mantarraya?
Las rayas (Rajidae) y las manta rayas (Mobula birostris) son dos tipos de peces cartilaginosos que pertenecen al orden Myliobatiformes.
Aunque comparten muchas características, existen algunas diferencias notables entre ellas.
- La principal diferencia entre las dos es su tamaño, ya que las manta rayas son mucho más grandes que las rayas.
- Las manta rayas también tienen una cabeza más grande y aplanada, y su boca está ubicada en la parte frontal de la cabeza
- Las alas de las manta rayas también son más anchas y planas, y se asemejan a un triángulo equilátero.
- Además, las manta rayas son animales pelágicos, lo que significa que pasan la mayor parte de su tiempo en aguas abiertas, mientras que las rayas se encuentran típicamente en fondos arenosos o fangosos cerca de la costa.
¿Qué tipos de rayas verás en Tenerife?
Chucho (Dasyatis pastinaca)
Es la raya más común en las aguas de Canarias. Puede alcanzar una envergadura superior a un metro, aunque la mayoría de los ejemplares encontrados en Tenerife raramente superan el metro y medio. Son muy veloces y ágiles, y se pueden encontrar principalmente en zonas de gran superficie de arena y en puntos de inmersión donde se les proporciona alimento.
Chucho negro (Taeniura grabata)
Prefiere las cuevas y las proyecciones oscuras. También puede cubrirse de arena para pasar desapercibido. Los encuentros con esta especie son generalmente ocasionales pero muy enriquecedores. Si no se molesta, el chucho negro permanece en su sitio sin mostrar señales de nerviosismo. En caso de encontrarse en pleno agua, se alejará tranquilamente de los submarinistas, aunque sin dejarse seguir. Puede alcanzar hasta 2,5 metros de envergadura, y algunos científicos afirman que esta especie podría haber venido del Mar Rojo.
Mantelina (Gymnura altavela)
Nada con una gracia asombrosa, deslizándose sobre el fondo del mar con una precisión casi quirúrgica. Es una experta en camuflaje, por lo que es muy difícil detectarla cuando está enterrada en la arena. A pesar de ello, la Mantelina está convencida de su invisibilidad, lo que permite que los submarinistas se acerquen mucho a ella. Si, por desgracia, la Mantelina se siente vulnerable porque ha sido desenterrada, huirá a toda velocidad, empujando a los espectadores en su camino. Esto no es algo que deba fomentarse.
Raya torpedo (Torpedo marmorata)
Se encuentra generalmente oculta bajo la arena. Nada con dificultad, pero posee un sistema de defensa que puede electrocutar. Puede producir descargas eléctricas de hasta 200 voltios, las cuales utiliza también para cazar. Si se molesta a la raya, se levantará para mostrar su vientre, donde se encuentran los órganos productores de electricidad. La raya torpedo es consciente de su relativa invulnerabilidad y, en lugar de huir, puede incluso nadar hacia los submarinistas, quienes deben alejarse de su camino. Puede alcanzar hasta un metro de longitud, aunque la raya más grande vista en Tenerife no superaba los 60 centímetros.
Ratón o pejeratón (Myliobatis aquila)
Es fácilmente reconocible por su frente muy señalado, que lo hace parecer un águila marina. Utiliza sus aletas como si fuera un pájaro, lo que le confiere un movimiento majestuoso. Aunque el ratón es curioso y no duda en acercarse para ver qué sucede, la mayoría de los encuentros con ellos son a distancia de seguridad o incluso fuera del alcance visual. La raya águila puede alcanzar hasta un metro y medio de envergadura.
Raya obispo (Pteromylaeus bovinus)
A veces puede verse en las inmersiones en Tenerife. Aunque los encuentros con esta raya son raros, los submarinistas pueden disfrutar de cada momento. Es similar en apariencia al ratón, pero las bandas claras en su espalda permiten una identificación rápida. Puede alcanzar más de 2 metros de envergadura y su estilo de natación se asemeja al vuelo de un ángel. Es difícil acercarse y seguir a esta especie, pero a menudo se puede observar cómo se desliza majestuosamente a lo largo del fondo marino.
Chucho de clavos (Dasyatis centroura)
Es la raya más grande que se puede encontrar en los alrededores de Tenerife, con especímenes de hasta 2 metros en el sur de la isla. Esta especie es muy sedentaria y se puede encontrar principalmente en áreas de alimentación, bajo proyecciones o en cuevas. Tiene una cola larga y gruesa con pequeñas puntas en la base y aguijones impresionantes. Los submarinistas deben tener cuidado al nadar cerca de esta raya para evitar su picadura, aunque en general son animales pacíficos que prefieren huir antes que atacar.
¿Cuál es la mejor época para ver rayas y manta rayas en Tenerife?
La mejor época para ver rayas y manta rayas en Tenerife es entre los meses de mayo y septiembre, durante el verano y principio del otoño
En esta temporada, las aguas del Atlántico son más cálidas y las condiciones de visibilidad son mejores, lo que facilita la observación de estas especies marinas.
Sin embargo, hay que destacar que la presencia de rayas y manta rayas en la zona no está garantizada y puede variar según las condiciones climáticas y oceanográficas.
Curiosidades sobre las rayas y mantarrayas
- Las rayas tienen esqueletos cartilaginosos, lo que significa que en lugar de huesos tienen una estructura de cartílago que les proporciona soporte y flexibilidad.
- Las rayas tienen un sistema de detección eléctrica llamado «ampolla de Lorenzini», que les permite detectar campos eléctricos generados por otros animales. Utilizan esta habilidad para localizar presas y evitar depredadores.
- Las manta rayas tienen la capacidad de saltar fuera del agua, alcanzando alturas de hasta dos metros. Este comportamiento se conoce como «breaching» y se cree que lo utilizan para librarse de parásitos o para comunicarse con otros miembros de su especie.
- Las manta rayas tienen el cerebro más grande de todos los peces y son conocidas por su inteligencia. Han demostrado habilidades cognitivas avanzadas, como la capacidad de reconocerse en un espejo.
- Las rayas pueden ser venenosas y algunas especies tienen espinas venenosas en sus colas. Estas espinas pueden causar dolor intenso y en algunos casos incluso la muerte.
- Algunas especies de rayas son capaces de camuflarse en su entorno cambiando el color de su piel. Este comportamiento les ayuda a ocultarse de los depredadores o a acechar a sus presas.
- Las manta rayas son conocidas por su natación «planeadora», en la que utilizan sus grandes aletas para navegar por el agua sin batirlas como hacen la mayoría de los peces. Pueden nadar a velocidades de hasta 24 km/h.
- Las rayas tienen una tasa de reproducción muy baja y tardan mucho tiempo en madurar sexualmente. Por esta razón, son vulnerables a la sobrepesca y están en peligro de extinción en muchas áreas del mundo.